jueves, 20 de junio de 2013

CONSEJERÍA EN EL DUELO: Enfrentando las pérdidas


















Lo positivo de las pérdidas
A la mayoría de nosotros no nos gusta mucho hablar de las pérdidas que enfrentamos en el transcurso de la vida. 

Sin embargo hay algo positivo en cada una de las pérdidas pues con ellas viene el cambio, el crecimiento, hay nuevos discernimientos, comprensión, palabras de esperanza para el futuro inmediato. A la vez, se presenta la oportunidad de comenzar nuevos proyectos. Cosas positivas que no alcanzamos a ver cuando estamos en medio de nuestro dolor.

Duele perder
Todos estamos de acuerdo en que perder duele. Una pérdida, pequeña o grande, no importa, duele. Duele, sobre todo, porque no se nos ha enseñado a anticipar un posible fracaso, y/o cómo manejar las pérdidas de la vida. Casi siempre se nos educa para ser ganadores, campeones, y tener éxito en aquello que emprendemos.

Los apegos
La causa del dolor en cada pérdida son los apegos. Esa íntima relación que hemos desarrollado durante la vida con aquello, o aquellos que son importantes para nosotros. 

Deberíamos aprender a desarrollar el apego de manera positiva, de tal manera que podamos considerar la magnitud de la pérdida conscientes de que podremos superar el dolor que ésta conlleva. En otras palabras, poder anticipar una pérdida nos ayuda a superarla de mejor manera.

Pérdidas significativas 
Las pérdidas significativas en la vida son la muerte de un ser querido, y el divorcio. Estas son pérdidas más difíciles de superar, pero no imposible de lograrlo. 

En una pérdidas significativa están presentes una gama de sentimientos, principalmente una tristeza profunda, enojo, confusión, miedo, impotencia, frustración y culpa. Aunque hay casos en que la persona siente cierta tranquilidad y paz cuando la muerte llega.
(https://d.elhorizonte.mx/estilo/tanatologia-aprendiendo-superar-una-perdida-significativa/3024039)

Otras pérdidas
Hay otras pérdidas que podemos superar de una manera menos difícil, aunque ni siquiera nos damos cuenta de que son pérdidas pues desde el punto de vista social no se las ve de esa manera. 
  • la pérdida de un empleo
  • que le roben el auto
  • la muerte de una mascota 
  • las pérdidas de la infancia y adolescencia relacionadas con el desarrollo
  • perder un noviazgo
  • el cambio de una escuela a otra 
  • graduarse, pues implica perder amistades
  • hasta una boda lleva consigo su correspondiente pérdida y duelo

Otras pérdidas pueden ser también: 
  • el mudarse de una ciudad a otra 
  • sufrir una amputación 
  • que pierda su equipo favorito
  • la pérdida de un ideal /un sueño o una meta de toda la vida
  • tener una multa por una infracción

Todas estas cosas son pérdidas pero puesto que tal vez no sean fáciles de reconocer, no las identificamos como tales. Por tanto no dedicamos tiempo ni energía en ellas.

La vejez
Muchas de las pérdidas de la vida tienen que ver con envejecer. Al envejecer, los sueños y las creencias de la niñez comienzan a derrumbarse y a cambiar. Luego vienen las pérdidas físicas. Perdemos la juventud, la belleza, la piel tersa, el tono muscular, la forma, el cabello, la vista y oído, la capacidad o interés sexual y demás. 

En los años de la edad media, las pérdidas toman un sabor diferente: son más frecuentes, permanentes, y en muchas ocasiones, negativas. Además, cuanto más vivimos, más pérdidas de amigos y parientes experimentamos. Sin embargo, la pérdida de la salud en los últimos años de la vida, tan horrible como parece, puede ser la oportunidad de crecer hacia un nivel aun más grande de madurez espiritual.

Enfrentar la pérdida
Cada pérdida, es importante verla en el contexto de las experiencias de la vida de modo de comprender todo el impacto de lo que ha ocurrido. 

Al enfrentar la pérdida, puede haber preguntas ocultas que deben abordarse en algún punto, por ejemplo: 
  • ¿Me recuperaré de esta pérdida? 
  • ¿Sobreviviré? 
  • ¿Está bien continuar mi vida sin aquello o quien he perdido? 
  • ¿Puedo ser feliz y sentirme pleno sabiendo que la persona que he perdido realmente ha partido y mi vida será ahora diferente?


Sabiduría
"Dios está cercano, por lo tanto, 
la esperanza esta cercana".
- Charles Spurgeon
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Bibliografía:

Cómo recuperarse de las pérdidas de la vida. H. Norman Wrigth. Ed. Portavoz, USA, 2005.

Otros libros::
Curso Fundamental de Tanatología. Dr. L. Alfonso Reyes Zubiría. México.1991.
El arte del buen morir. Joyce Cope de Wyatt. Ed. Mundo Hispano. EE. UU. 2005.
Aprender de la pérdida. R. A. Neimeyer. Una guía para afrontar el duelo. Editorial Paidós, Barcelona. 2002.
Expedientes del DolorJuan Constantino. (Poesía tanatológica). Amazon. EE.UU. 2017.



CONSEJERÍA PARA LA CRISIS DE LA EDAD MEDIA

El hombre en los 40’s

La palabra de sabiduría nos dice que: “Los días de nuestra vida son setenta años; y en los más robustos, ochenta años. La mayor parte de ellos es duro trabajo y vanidad; pronto pasan y volamos” (Salmo 90:10). Reflexión que nos hace pensar en que los días se van pronto, pero además las fuerzas se van acabando.

Al considerar el desarrollo integral del varón, debemos analizar de manera importante esa etapa de la madurez ante la así llamada, crisis de la edad media.
Esta afecta a hombres entre los 30 y 50 años, dicha crisis puede ser causada por situaciones psicológicas, físicas, emocionales (matrimonio inestable), hormonales o un  poco de todas.

Identificando la crisis
Podemos darnos cuenta de que el hombre está pasando por la crisis de la edad media porque se pueden identificar algunos síntomas, como irritabilidad, autoconfianza disminuida, estrés, fatiga, disfunciones sexuales, depresión, pérdida del deseo sexual.
Como consecuencia el hombre puede llegar a aislarse de su grupo social, llegando a experimentar la soledad. Atraviesa por estados de depresión, auto-medicación y disfunción eréctil. Se presentan cambios en la conducta y toma de decisiones.
Ahora, es un ser arisco, siempre a la defensiva, quizás abandona su trabajo, o no acepta un ascenso, se encuentra enfrentando el divorcio luego de estar casado por muchos años, tiene problemas con el abuso de alcohol u otras drogas, tiene exceso de peso, o lo contrario por una atención obsesiva a su aspecto físico, al ejercicio, o las dietas, ahora conduce de una manera agresiva y arriesgada, o mantiene una relación con otra mujer o incluso un hombre (liberando finalmente sus deseos largamente reprimidos).

Los cambios ponen a prueba la madurez de la personalidad
Madurez emocional o personalidad madura: mayor conocimiento de sí mismo, capacidad de aceptar el paso del tiempo, enfrentar las frustraciones, ser capaz de tolerar.
Cambios biológicos y físicos: angustia, duelo por el cuerpo joven. Gran herida narcisista. Conciencia de vejez y muerte.
Ámbito laboral: limitaciones y competencia. Consolidación de la carrera. Rol de tutor.
Relaciones emocionales: redefinición.
      Padres: envejecimiento, cambio de rol, vulnerabilidad…
      Hijos: relación más horizontal y simétrica. Promover autonomía e independencia de los hijos. Orientar, guiar…
      Pareja: reordenamiento de la vida por el nido vacío…
Cambios…
Crisis: generatividad vs estancamiento
-          Generatividad: El hecho de apoyar a las nuevas generaciones, instruir, transmitir valores. Compromiso con las generaciones venideras. La trascendencia (dejar algo).
Emergen recursos: reparar, integrar amor y odio, reconocer limitaciones y aceptar lo inevitable de la muerte.
-          Estancamiento: incapacidad de preocuparse por el otro. Por no haber resuelto crisis anteriores, y esto impide el desarrollo y fortalecimiento del yo. Se puede manifestar en la elaboración de metas no realistas (por tiempo, capacidades, dinero).

BIBLIOGRAFÍA
-          Levinson, D.J. El ciclo de la vida de la pareja. 1978, New York: Knopf.
-          Varios autores. Etapas del Matrimonio. 1994, USA: Caribe Betania
-          Casado, L. La nueva pareja. 2000, Barcelona, España: Kairós.
-          Barbara Rettig. Adultez media y vejez.