Un ministerio necesario
"No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto, sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús." Fil. 3:12
Podemos decir con certeza que el maestro cristiano está consciente de sus deficiencias, consciente de que todavía le falta mucho por conocer de Dios y su Palabra.
Es una realidad, lo digo por mi propia experiencia, y puedo añadir algo más: que una vida no es suficiente para conocer todo lo que Dios nos revela en su Palabra.
Por eso dice San Pablo “No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto…”
Reconociendo que le faltaba todavía mucho del conocimiento y de la sabiduría de Dios.
Consideremos los siguientes factores para entender el ministerio del maestro cristiano.
LOS LABIOS DEL MAESTRO
Si hay una vida que ha dejado tanto impacto entre quienes le rodean, esta es la vida de Jesús, el Maestro, porque sus labios hablaron la verdad. Por lo mismo, podemos confiar en El. El dijo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida”. Jn.14:6. Si queremos conocer la verdad, necesitamos conocer a Jesús. Y ¿Cómo conoceremos a Jesús? A través de la enseñanza que nos revela la verdad.
Muchos al alejarse de Dios, no saben lo que han desechado. ¿Por qué no lo saben? Porque no quisieron aprender, porque no se dejaron enseñar, porque se creyeron más inteligentes que el maestro, que el pastor, que el evangelista. Menospreciaron la verdad de Dios. Pero aunque haya quienes menosprecien a Dios y su Palabra, el maestro debe enseñar la verdad. Jesús se identificaba por eso: Mt.22:16.
LA PERSONALIDAD DEL MAESTRO*
La personalidad del maestro está siempre en desarrollo:
a. Físico: El buen maestro se empeñara por tener buena presentación, tener hasta lo posible buena salud, estar descansado, tener energía y vigor, usar una voz agradable ante la clase.
b. Mente: El buen maestro tendrá interés constante en mejorar sus conocimientos, en saber los acontecimientos en el mundo actual y la situación de sus alumnos, procurará pensar lógicamente y juzgar bien, sin prejuicios, podrá decidir, no será vacilante, siempre mirará hacia el futuro, haciendo planes, proyectando actividades.
c. Social: Tiene que ver con la manera en que se desenvuelve, cómo se relaciona. El buen maestro será optimista, tendrá simpatía y cultura, será paciente y tolerante, será entusiasta, más que todo será sincero y digno de confianza.
d. Ética: El buen maestro tendrá una vida moral intachable, presentará ante otras personas normas morales altas, será leal a su iglesia, tendrá un sentido de dignidad propia y de justicia.
e. Espiritual: El buen maestro hace una entrega completa de su corazón y vida a Dios, y tendrá el concepto de que su trabajo como maestro es una misión divina; un llamamiento especial, un llamado a servir. Para edificar el cuerpo de Cristo. Ef.4:11,12.
LAS ACCIONES DEL MAESTRO
El ministerio del maestro cristiano se refleja en sus acciones, lo que hace:
• El maestro consagrado refleja la presencia y guía de Dios en su vida diaria.
• Su vida indica que depende de Dios. De su voluntad.
• Habla de su fe en Cristo.
• Ama a Dios y ama a sus alumnos.
• Ora sin cesar.
• Tiene disposición de trabajar, de dar de su tiempo y esfuerzos, sin esperar recompensa, sin reconocimientos.
• Tiene convicciones bíblicas y doctrinales firmes.
• Se capacita y actualiza continuamente.
• Se esfuerza constantemente como cristiano.
*Fuente: El maestro cristiano (Ministerio Un Nuevo Pacto)
miércoles, 23 de mayo de 2012
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