Especie en extinción...
En la actualidad es muy difícil encontrar matrimonios que perduren, y que perduren en armonía. Por lo general el sentir que persiste, consciente o inconscientemente, es el egoísmo mal fundado. Ese deseo innato de obtener nuestro personal beneficio en todos los ámbitos de nuestra vida.
Es tan difícil seguir el consejo: “Someteos unos a otros en el temor de Dios” (Ef.5.21). Tal consejo se puede considerar la premisa en cuanto a los deberes de los esposos; y si un matrimonio ha de empezar bien, ha de ser bajo esta prerrogativa.
En cierta manera se ha descuidado la consejería prenupcial, la consejería prematrimonial a los jovenes casaderos. Algunos líderes no han visto la importancia de dicha orientación antes del matrimonio. Pero los jóvenes, antes y durante el noviazgo, tienen tantas dudas qué aclarar y tenemos que darnos cuenta de ello.
Debemos ser observadores de su conducta, sus inquietudes, -muchas veces traumas- y lograr una buena comunicación con ellos, a traves del compañerismo, por medio de conferencias, o talleres sobre sexualidad, interactuando con ellos por medio de dinámicas, y el abordaje de temas especiales para la juventud, como la autoestima, etc., porque muchos no se atreven a externar sus temores.
-Hoy, el entrevistador de la aprobación de visas fronterizas, le hizo una pregunta al matrimonio solicitante de dicho documento: «¿Cuánto tiempo tienen de casados?», la respuesta fue: «Treinta años», y esa fue una de las tres preguntas que les hizo antes de darles la aprobación de su Visa. Al comentar con mi esposa acerca de ello, su respuesta inmediata fue que tal respuesta es señal de estabilidad matrimonial, en lo cual estuve totalmente de acuerdo.
Actualmente, el matrimonio, como institución y fundamento de nuestra sociedad, no tiene ni el respeto ni la dignidad que se merece. Consejeros, pastores, guías, líderes de jóvenes, no debemos pasar por alto la tal asesoría prematrimonial tan necesaria, aún en el siglo XXI.
En lo personal, al cuestionar sobre el tema me he dado cuenta de algo, y lo digo con certeza: los jóvenes que estan entrando al matrimonio y muchos de los que ya están dentro, no saben que existe un objetivo definido en el matrimonio... y este es la realización del cónyuge como persona, impulsándole hasta lograr sus propias metas.
Con ese objetivo en mente, claro que no existiría el tal egoísmo mal fundado... no creen??... ni machismos, ni micromachismos... ni violencia en el noviazgo, ni en la familia...
Libro recomendado:
Preparándose para su matrimonio.
William McRae. Zondervan Publishing House.
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