He podido constatar que a casi nadie le interesa (ni le gusta) cuestionar o hablar sobre el final del proceso de la vida.
Pere Estupinyá Giné es químico, bioquímico y escritor español. En su libro A VIVIR LA CIENCIA. Las pasiones que despierta el conocimiento. México, 2021, dice "... hacernos preguntas, sentirnos intrigados por lo que desconocemos, elucubrar y poco a poco atar cabos sobre cómo funciona el mundo es una aventura fascinante… En serio; pueden ser los mejillones, el picor, la formación de diamantes, el gas intestinal, el canto de los pájaros o cualquier fenómeno de nuestro cuerpo, mente o sociedad que, explicado desde la emoción del asombro, puede despertar nuestra curiosidad de inmediato”. Estoy completamente de acuerdo con ello.
Cuestionar la vida
La vida terrenal como don divino tiene un propósito en cada ser humano. Pero la vida misma no es objeto de análisis cuando el hombre se la vive distante de Dios, y, por lo tanto, no le interesa el tomar tiempo para tratar de entender lo complejo de la vida en sí. En efecto, la mayoría de las personas no se cuestionan el por qué, el para qué, el cómo, el cuándo de la vida y su fin final. Si no cuestionamos, no aprendemos.
Sócrates, en la antigua Grecia, usaba su método de preguntas y respuestas por el cual se llegaba a la resolución de dudas y/o conflictos a partir de la propia reflexión personal hasta encontrar la propia verdad individual. (Eliécer, J. El método Socrático en la educación superior. Universidad Pedagógica Nacional. 2005.)
¿Qué tan compleja es la vida?
Mucho, tal vez demasiado, si se toma en cuenta que el desarrollo del ser humano va desplegándose a través de diferentes etapas. Esas experiencias de la vida misma en relación a su percepción, cuestionamiento y solución a los diversos eventos en los cuales, el ser humano, se ve confrontado directamente de manera personal. Son esos tiempos de crisis [crisis en chino 危机 (Wei Ji): peligro y oportunidad] que entrañan sufrimiento, dolor, conocimiento, crecimiento, y superación a través de los consiguientes duelos resueltos, etc.
Según Erick Erickson, en cada
una de las etapas se
plantea un conflicto inmerso en nuestro existir, que afectará el rumbo de
nuestra vida, nuestras decisiones, con sus marcados efectos en la esfera de la
vida. Las siete etapas en el desarrollo
del ser humano se definen desde...
- la
etapa pre-natal
- la
infancia
- la
niñez
- la
adolescencia
- la
juventud
- la
adultez
- la
ancianidad
Experiencia universal
La vida, a fin de vivirse a plenitud entraña el conocimiento del fin de
la misma: la muerte. Esa muerte que para todos nosotros es lo ignorado, lo
desconocido, para algunos lo innombrable, es también esa experiencia a la cual
no podemos deslindar causa y efecto, pues todo ser vivo nace, crece, se
reproduce y muere. Sin embargo, nos conviene considerar las cosas
importantes y que tienen relación con la vida del ser; a saber, principalmente cuestionarnos acerca de...
- el
conocimiento de nuestra naturaleza finita
- que
en tanto tengamos vida sepamos cómo conducirnos en ella y
- cuál es el verdadero sentido de la vida
La vida a plenitud
Desde una perspectiva correcta en cuanto a la muerte, podemos estar seguros de que nuestro paso por la vida tiene una razón de ser: agradar a Dios con todo nuestro ser. Aprendamos, pues, a vivir la vida a plenitud, esta vida que Dios nos ha regalado.
De cuando en cuando, el canto lúgubre de las campanas nos recuerda lo efímero de la vida.
Sabiduría:
Enséñanos de tal modo a contar
nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría. Salmos
90:12
Muchas gracias en lo personal me ha ayudado mucho. Y gran bendición a otros
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