sábado, 12 de marzo de 2011

CONSEJERÍA: MALA COMUNICACIÓN EN LA PAREJA

Sus efectos en la comunicación de la pareja
 
La problemática en las relaciones familiares surge inicialmente de un mal manejo en la comunicación intrafamiliar. Y sin lugar a dudas, lo que antecede a esto es la falta de interés, la indiferencia ante la idea de construir un entorno familiar que involucre la participación colectiva de sus integrantes. Comúnmente este tema queda fuera de perspectiva en la mayoría de las parejas que inician un matrimonio. 

Antes de continuar, permítanme aclarar lo siguiente (y que antaño no era necesario hacer): 
Definición de "matrimonio"
Entiéndase por matrimonio la unión legal entre un hombre y una mujer. Aclaración, ha lugar, por propia definición pues la raíz etimológica del vocablo griego para matrimonio nos comparte precisamente la idea de dar o proveer “la protección legal a la mujer que es madre”. (Así que, partiendo de esa definición, bien harían los encargados de dar su aprobación para la legalización del matrimonio, entre personas de ambos sexos, en repensar lo fallido de su intento legal).

La mala comunicación
Bien, las causas principales de una mala comunicación intrafamiliar suelen ser el egoísmo, la indolencia y el desamor que se van manifestando a lo largo de la relación conyugal y que luego se transmite a los demás miembros de la familia. Factores que la mayoría de las veces pasan desapercibidos hasta que uno de los cónyuges comienza a tener noción de lo que sucede y asume el papel de víctima en la relación. 

 En la mujer, los efectos de la mala comunicación tienen que ver con la actitud y conductas micromachistas manifestadas por el varón durante un periodo de tiempo considerable. 

Micromachismo
El patrón micromachista muchas veces se forja en la antesala matrimonial, el noviazgo, donde se pasa por alto ante la expectativa de un cambio “positivo” que se haga manifiesto, y a razón inmediata, en el nuevo estatus de esa relación: el matrimonio. Esto no sucede así, y puesto que la mujer afectada sucumbe ante lo que requiere iniciar ahora como su sueño hecho realidad, tiende a dejar pasar desapercibido la actitud y conductas nocivas y manifiestas en el rol masculino en este nuevo proyecto conyugal. 

Ejemplos
Uno de los ejemplos más comunes de micromachismos es el mantener el control de las finanzas hasta en lo más elemental, permitiendo a la mujer no desarrollar su papel en el asunto administrativo de la economía familiar; aun si ella misma es capaz de aportar con sus propias finanzas al devengar un salario. 

 Otro factor común es la actitud micromachista del cónyuge al prohibir a la esposa prepararse académicamente y obligándola a permanecer en el hogar, pues, «es lo mejor que puede y debe hacer para el bienestar de la familia». Dicha actitud va de la mano con el hecho de no permitir a la mujer el obtener un empleo sustentable, y que sería de gran ayuda para el bienestar y progreso ante las necesidades del hogar.


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