viernes, 16 de diciembre de 2011

CONSEJERÍA AL HOMBRE

“… para que ellos mismos se den cuenta de que son…” Ec.3.18 

 En la intrincada búsqueda de la esencia humana, el Sabio pudo encontrar la verdad de las cosas. Lamentablemente lo que halló hace que duela más y más a medida que hurgamos en el saber de lo cotidiano, lo humano, y ante la brevedad del tiempo limitado y permisible. ¡Aun más lamentable es descubrir que Dios está probando al hombre! 

Notemos la traducción de Eclesiastés 3.16-18 según la Nueva Versión Internacional: 16 He visto algo más en esta vida: maldad donde se dictan las sentencias, y maldad donde se imparte la justicia.17 Pensé entonces: «Al justo y al malvado los juzgará Dios, pues hay un tiempo para toda obra y un lugar para toda acción.» 18 Pensé también con respecto a los *hombres: «Dios los está poniendo a prueba, para que ellos mismos se den cuenta de que son como los animales».

Comparativamente pudiéramos decir: Sin razonamiento… sin inteligencia… y por lo mismo sin capacidad de pensamiento… sin capacidad inventiva… sin capacidad de perfeccionar… por decirlo en una palabra: sin talento, y además, lo más importante: sin alma. 

 Podemos darnos cuenta de que la naturaleza humana se reviste de inmundicia en el plano de lo meramente existencial, y solo cuando se hace resurgir la imagen original es que se vuelve a dignificar la suya humanidad. Para esto se requiere del interés del hombre por el hombre (Dios ya nos ha mostrado que él se interesa por el hombre), que la búsqueda en sí mismo se active y de manera apremiante, para poder interesarse en los demás. 

Todo tiene su inicio en el ejercicio de su propia responsabilidad: “Que solo yo soy responsable, y nadie más ante la vida y por mi vida”. Tal es el punto central de la problemática existencial que plantea Viktor E. Frankl (El hombre en busca de sentido. Frankl, 1946). 

 Ah, si los hombres pudieran entender que están siendo puestos a prueba… Si pudiéramos asimilar lo que eso nos implica… Todo lo que haríamos con total certidumbre sería volver nuestra vista al Calvario, cada día, y a cada instante, resolviendo mi personal cuestionamiento ante esa cruz inmerecida para el que dio la vida… 

 Dios solo quiere que nos demos cuenta de una cosa: Todo lo hizo por restaurar nuestra naturaleza contaminada por causa de la maldad que se anida en el corazón alejado de Dios. ¿Hasta cuando se darán cuenta los hombres que Dios los ha puesto a prueba? Tarea del consejero: hacérselo saber… ________________________________________


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