CONOCIMIENTO
El conocimiento es fundamental en la predicación, la enseñanza y la consejería. Es la habilidad dada por Dios para entender los misterios de la Palabra revelada por El (Ro.16.25; Ef.3.3; Col.1.26, 2.2, 4.3). Asimismo abarca la habilidad de explicar tal conocimiento de modo que otros puedan también entenderlo. Es una habilidad espiritual para ver verdades bíblicas y doctrinales de una manera coherente y significativa.
ADMINISTRACIÓN
Es el don de liderar (Ro.12.8; 1 Co.12.28). Del griego proistemi, «liderar», «dirigir», «estar a cargo», «atender» y kubernesis, «dirigir o pilotear un barco». El don de administración es sumamente útil en un consejero: ayuda a los aconsejados a ordenar sus vidas para que glorifiquen a Dios.
MISERICORDIA
Quienes están dotados de este don sienten un amor y una sensibilidad especial por aquellos en miseria: sea pobreza, enfermedades o en pecado declarado. El Señor es el ejemplo supremo de alguien que mostró misericordia (Lc.4.18). Sin el don espiritual de la misericordia, el consejo es con frecuencia frío y clínico.
IGLESIAS SANAS ENGENDRAN RELACIONES QUE CONDUCEN AL CRECIMIENTO ESPIRITUAL Y LA BUENA SALUD EMOCIONAL…
PORQUE, COMO CREYENTES SIRVIENDO CON SUS DONES MUTUAMENTE, MUCHA DE LA LABOR DE CONSEJERÍA TIENE LUGAR EN INTERACCIÓN QUE BROTA NATURALMENTE DE LA COMUNIÓN.
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Tercera parte de tres: Resumen del tema Los dones espirituales y la consejería bíblica, del libro Consejería Bíblica. John MacArthur. Editorial Grupo Nelson