Lo positivo de las pérdidas
A la mayoría de nosotros no nos gusta mucho hablar de las pérdidas que enfrentamos en el transcurso de la vida.
Sin embargo hay algo
positivo en cada una de las pérdidas pues con ellas viene el cambio, el
crecimiento, hay nuevos discernimientos, comprensión, palabras de esperanza
para el futuro inmediato. A la vez, se presenta la oportunidad de comenzar nuevos proyectos. Cosas positivas que no alcanzamos a ver cuando
estamos en medio de nuestro dolor.
Duele perder
Todos estamos de acuerdo en que perder duele. Una pérdida, pequeña o grande, no importa, duele. Duele, sobre todo, porque no se nos ha enseñado
a anticipar un posible fracaso, y/o cómo manejar las pérdidas de la vida. Casi siempre se nos
educa para ser ganadores, campeones, y tener éxito en aquello que emprendemos.
Los apegos
La causa del dolor en cada pérdida son los apegos. Esa íntima
relación que hemos desarrollado durante la vida con aquello, o aquellos que son importantes
para nosotros.
Deberíamos aprender a desarrollar el apego de manera positiva,
de tal manera que podamos considerar la magnitud de la pérdida conscientes de
que podremos superar el dolor que ésta conlleva. En otras palabras, poder anticipar
una pérdida nos ayuda a superarla de mejor manera.
Pérdidas significativas
Las pérdidas significativas en la vida son la muerte de
un ser querido, y el divorcio. Estas son pérdidas más difíciles de superar, pero no
imposible de lograrlo.
En una pérdidas significativa están presentes una gama de sentimientos, principalmente una tristeza profunda, enojo, confusión, miedo, impotencia, frustración y culpa. Aunque hay casos en que la persona siente cierta tranquilidad y paz cuando la muerte llega.
(https://d.elhorizonte.mx/estilo/tanatologia-aprendiendo-superar-una-perdida-significativa/3024039)
Otras pérdidas
Hay otras pérdidas que podemos superar de una manera
menos difícil, aunque ni siquiera nos damos cuenta de que son pérdidas pues desde
el punto de vista social no se las ve de esa manera.
- la pérdida de un empleo
- que le roben el auto
- la muerte de una mascota
- las pérdidas de la infancia y adolescencia relacionadas con el desarrollo
- perder un noviazgo
- el cambio de una escuela a otra
- graduarse, pues implica perder amistades
- hasta una boda lleva consigo su correspondiente pérdida y duelo
Otras pérdidas pueden ser también:
- el mudarse de una ciudad a otra
- sufrir una amputación
- que pierda su equipo favorito
- la pérdida de un ideal /un sueño o una meta de toda la vida
- tener una multa por una infracción
Todas estas cosas son
pérdidas pero puesto que tal vez no sean fáciles de reconocer, no las
identificamos como tales. Por tanto no dedicamos tiempo ni energía en ellas.
La vejez
Muchas de las pérdidas de la vida tienen que ver
con envejecer. Al envejecer, los sueños y las creencias de la niñez comienzan a
derrumbarse y a cambiar. Luego vienen las pérdidas físicas. Perdemos la
juventud, la belleza, la piel tersa, el tono muscular, la forma, el cabello, la
vista y oído, la capacidad o interés sexual y demás.
En los años de la edad
media, las pérdidas toman un sabor diferente: son más frecuentes, permanentes,
y en muchas ocasiones, negativas. Además, cuanto más vivimos, más pérdidas de
amigos y parientes experimentamos. Sin embargo, la pérdida de la salud en los
últimos años de la vida, tan horrible como parece, puede ser la oportunidad de
crecer hacia un nivel aun más grande de madurez espiritual.
Enfrentar la pérdida
Cada pérdida, es importante verla en el contexto de las experiencias de la vida de modo de comprender todo el impacto de lo que ha ocurrido.
Al enfrentar la pérdida, puede
haber preguntas ocultas que deben abordarse en algún punto, por ejemplo:
- ¿Me recuperaré de esta pérdida?
- ¿Sobreviviré?
- ¿Está bien continuar mi vida sin aquello o quien he perdido?
- ¿Puedo ser feliz y sentirme pleno sabiendo que la persona que he perdido realmente ha partido y mi vida será ahora diferente?
Sabiduría
"Dios está cercano, por lo tanto,
la esperanza esta cercana".
- Charles Spurgeon
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Bibliografía:
Cómo recuperarse de las pérdidas de la vida. H. Norman Wrigth. Ed. Portavoz, USA, 2005.
Otros libros::
Curso Fundamental de Tanatología. Dr. L. Alfonso Reyes Zubiría. México.1991.
El arte del buen morir. Joyce Cope de Wyatt. Ed. Mundo Hispano. EE. UU. 2005.
Aprender de la pérdida. R. A. Neimeyer. Una guía para afrontar el duelo. Editorial Paidós, Barcelona. 2002.
Expedientes del Dolor. Juan Constantino. (Poesía tanatológica). Amazon. EE.UU. 2017.
Expedientes del Dolor. Juan Constantino. (Poesía tanatológica). Amazon. EE.UU. 2017.
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