lunes, 26 de abril de 2010

La consejería bíblica y el discipulado


Hace algunos días, al reunirme con un grupo de pastores con quienes comparto la materia de Consejería Pastoral pude ver en ellos el sincero interés por aprender más acerca de los fundamentos de la Consejería bíblica. Como dijo uno de ellos, «… nos damos cuenta de que necesitamos aprender acerca del tema pues no sabemos mucho sobre esta materia…». De hecho, el aprendizaje en cuanto a la consejería requiere de actualización continua, persistencia en el estudio y la investigación, de manera personal. Pero, además, insisto yo, se requiere el estudio obligado de la psicología como materia, para lograr comprender la conducta humana y sus repercusiones en todas las experiencias de la vida.

Hemos de aceptar que cuando venimos a conocer a Cristo, el nuevo nacimiento nos hace participantes de la familia de Dios, somos adoptados hijos suyos (Ef. 1.5), no hay otra manera. Pero todo el cúmulo de experiencias pasadas y sus efectos no son eliminados instantáneamente de nuestra vida. Se requiere pasar por el proceso de la regeneración para lograr, día con día, ser transformados de la antigua manera de vivir. Si tal no es así, el apóstol Pablo no le hubiera dicho a los efesios que se despojaran del viejo hombre y que se vistieran del nuevo hombre creado según Dios (Ef.4.22-32).

Por lo tanto, si el cambio en cuanto a nuestra conducta no es inmediato en el nuevo nacimiento, entendemos que se requiere trabajar las áreas de nuestra vida que aún nos causan problema para afirmarnos bien, hasta lograr un buen fundamento en la nueva vida en Cristo. Las epístolas están llenas de recomendaciones al respecto, lo que nos indica que Pablo se dio cuenta de lo que estaba fallando en aquellos nuevos convertidos bajo su ministerio. Las mismas observaciones hechas a los primeros cristianos, son las mismas que hemos de tomar en cuenta como pastores, en el discipulado de nuevos creyentes para lograr un verdadero crecimiento espiritual.

Precisamente, al analizar una encuesta hecha a un grupo de pastores, uno de los ejes centrales de la investigación se refería a este hecho, el discipulado, a lo cual una buena parte de los pastores entrevistados aceptaban su deficiencia en cuanto a discipular a los creyentes. Muchos pastores se sentían frustrados en cuanto al nivel de discipulado que habían podido lograr en sus congregaciones. Una causa importante, señalaron, es el desinterés de la gente hacia el estudio de las Escrituras, y la falta de materiales para la enseñanza.

Por otro lado, con seguridad vamos a encontrar a pastores, consiervos en el ministerio, que no estarán de acuerdo con el estudio de la consejería cuando enfatizamos que se requiere más estudio en el área de la psicología. Para ellos, la respuesta a todo problema es: «…vamos a orar hermano…», lo cual no está mal y se requiere. Pero hoy, siglo XXI, tenemos más recursos que nos sirven de apoyo, y que aunados a la oración nos son de mucha ayuda para lograr un mejor desempeño en el ministerio de consejería.

Quienes han tomado en cuenta capacitarse en esta área pastoral, sin duda estarán mejor equipados para ser más eficientes en su ministerio. ¡Felicidades!

Libro recomendado: Consejería Cristiana Efectiva. Gary Collins. Editorial Portavoz.

jueves, 22 de abril de 2010

ESTRÉS EN EL MINISTERIO


Claves para manejar eficazmente el estrés

Investigando acerca del estrés en el ministerio, encontré un artículo que se refiere a lo que sucede cuando los pastores huyen por causa del estrés que se presenta al pastorear iglesias pequeñas.

Lo primero que refiere el autor es al momento del llamado al ministerio, ese momento especial cuando los pastores inician su ministerio con la alegría de alcanzar a otros y ver sus vidas transformadas. Pero sin anticipar, ni prepararse para el profundo dolor que experimentan diariamente. 

Por lo mismo, dice el autor, muchos pastores dejan el ministerio, se desilusionan y se sienten defraudados. Otros, al verse diariamente estresados, también por la crisis, piensan en buscar pastos más verdes.

El artículo nos lleva en un análisis completo de la situación ministerial al presentarse el estrés. Solamente de entrada, les comparto lo que textualmente cita el autor:

En Juan 10:12, Cristo hace un contraste entre el fiel y verdadero pastor y el asalariado, que abandona las ovejas y huye lejos cuando ve venir al lobo. Los lobos no sólo son aquellos que violentamente se oponen al ministerio de un pastor, sino también incluyen la amenaza del dolor y los problemas que los pastores enfrentan en el ministerio.

El estrés es una realidad en cualquier ministerio. Los problemas y las dificultades son parte del ministerio. Mientras que hay continuos problemas en iglesias de cualquier tamaño (oposición, críticas, y conflictos), hay problemas únicos en la pequeña iglesia o problemas que se exacerban por la dinámica de ésta.

… A veces los pastores tienen un "complejo de Mesías". Creen que necesitan salvar al mundo y resolver los problemas de todos. Además, porque la obra del ministerio nunca se acaba y porque los pastores sienten lo enorme de la responsabilidad del mismo, fácilmente pueden dedicarse tanto al ministerio que ya no cuiden de su familia ni de sí mismos. Los pastores se pueden rendir emocionalmente, espiritualmente, y físicamente. Sin embargo…
(Cuando los pastores huyen
Cómo confrontar los lobos del estrés en iglesias pequeñas. Glenn Daman)

Dice el autor que se requiere de un liderazgo estable para llegar a reconocer la causa del estrés en la pequeña iglesia y así impedir que destruya su ministerio. También menciona algunas claves para manejar eficazmente el estrés.

Me pareció muy interesante la manera de abordar el tema acerca del estrés en el ministerio. Estoy seguro que ampliará su perspectiva sobre la problemática que se presenta en la labor ministerial. Les invito a leer el artículo completo.



miércoles, 14 de abril de 2010

2. Las Pérdidas de la Vida



Sobre el libro "Cómo recuperarse de las pérdidas de la vida", de H. Norman Wright.
(Segunda de dos partes).


El alcance de la pérdida
  • Es importante tener la perspectiva correcta de lo que implica una pérdida.
  • En ocasiones, la persona no considera el alcance de su pérdida y de las pérdidas menores que vienen por consecuencia. 

Ante una pérdidatodas las dimensiones de la persona se ven afectadas: 
  • dimensión física
  • emocional
  • cognitiva
  • conductual
  • social y 
  • espiritual).

Pérdidas físicas y simbólicas
En su libro "Cómo recuperarse de las pérdidas de la vida", H. Norman Wright, pone como ejemplo, el caso de una persona a la que se le ha diagnosticado cáncer y lo que conlleva al enfrentar pérdidas físicas y pérdidas simbólicas (involucradas); la lista es larga...

Una persona a la que se le ha diagnosticado cáncer, involucra:
  • Pérdida del entorno del hogar familiar, al permanecer en un hospital
  • Pérdida de la independencia, el depender de los demás
  • Pérdida de control, al que está confinado a una cama
  • Pérdida de la autonomía
  • Pérdida de las funciones corporales
  • Pérdida de partes del cuerpo
  • Pérdida del placer
  • Pérdida de identidad
  • Pérdida de intimidad
  • Pérdida de esperanza
  • Pérdida de trabajo
  • Pérdida de pasatiempos
  • Pérdida de interacción o contactos sociales
  • Pérdida del amor propio
  • Pérdida, posible, de la movilidad
Consideraciones
  • Cuando pasamos por este tipo de experiencias tenemos que enfrentar también el dolor que estas nos causan. Pero no debemos olvidar que Dios entiende nuestro dolor. 
  • Nuestra parte es enfrentar la pena y hacer los cambios necesarios para que podamos vivir con la pérdida. Esto es, reconocer y comprender la pérdida. De tal manera que podamos reflejar esos cambios debido a la pérdida. 
  • Y entonces continuar la vida funcional sin lo que fue aquello que perdimos (una relación, un familiar, un empleo, etc.).
  • Es vital contar con el apoyo, consuelo y ayuda de otras personas durante la pérdida. 
  • Debe evitarse el aislamiento, porque este puede ser fatal. 
  • Existen mecanismos de defensa frente al dolor: la negación, la racionalización, la idealización, la reacción, y la regresión. 
  • El tiempo normal para la recuperación de la pérdida es de 12 a 18 meses, aunque durante ese periodo hay altas y bajas en cuanto a la intensidad del dolor. 
  • Hacerles ver esto a las personas que sufren una pérdida les puede alentar a superar poco a poco la pena y el dolor.

Adaptarnos a la pérdida
  • Luego, viene la etapa en que debemos adaptarnos a la separación y al vacío dejado por la pérdida y aprender a funcionar con esa pérdida. 
  • Ayuda al respecto, el ser realistas en cuanto a la pérdida, y analizar las cosas positivas y las negativas para enfrentar la vida con nuevas expectativas.
  • Es necesario el adiós cuando pasamos por una pérdida. 
  • Enfrentar el funeral es una forma de reconocimiento de que una persona ha partido. 
  • Otro caso puede ser cuando una persona pierde un trabajo y acude al antiguo lugar donde laboraba para decir adiós al edificio. 
  • O un ex adicto cuando escribe una carta de despedida a las drogas, etc.

(Adaptado del libro "Como recuperarse de las pérdidas de la vida", de H. Norman Wright. Editorial Portavoz. USA, 2005.)


martes, 13 de abril de 2010

SEXUALIDAD, ADOLESCENTES Y SIDA


El Tema trata sobre la sexualidad en adolescentes y el riesgo de VIH/SIDA.
Es resultado de algunas investigaciones en el área de Salud Pública.

Les comparto este trabajo, al que podrán accesar mediante esta liga.

  http://www.portalesmedicos.com/publicaciones/articles/744/1/Sexualidad-en-adolescentes-Riesgo-para-VIHSIDA-Problema-etico-o-moral.html.

lunes, 12 de abril de 2010

La Tercera Edad

Comentario del libro de R. Esteban Montilla, Viviendo la Tercera Edad.

El abordaje que hace el autor sobre el envejecimiento es muy interesante por su misma experiencia como Capellán, enfocado a la psicogeriatría, cualidades que me parecen muy complementarias en cuanto a la presentación y exposición del tema.

De entrada, nos hace ver la importancia de respetar a las personas de más edad, y nos refiere al antiguo testamento, donde los ancianos son dignos de respeto y de honra. En nuestros días ya no es así

Debemos tomar en cuenta en el envejecimiento, los aspectos biosicosociales, sin dejar de lado el aspecto espiritual. Ante esto debemos entender los diferentes tipos de edades: la cronológica, la psicológica, la biológica, la social. Cada una ubica a la persona en su contexto, el cual debemos de llegar a comprender para una buena consejería a las personas de la tercera edad.

Harold Koening, médico geriatra, ve la vejez "Como el proceso de envejecimiento que comienza al momento del nacimiento y culmina con la muerte. Este proceso de envejecimiento enfrenta varios cambios que toman lugar en el transcurso de la vida, cambios que suceden en el ámbito biológico, psicológico y espiritual." Si tomamos en cuenta los diversos aspectos que involucran la vejez, veremos que es un proceso gradual y natural de la vida humana. En la vejez, un aspecto manifestado de manera preponderante es la pérdida de la memoria, así como depresión, trastornos del sueño y de la sexualidad. 

Con respecto a la muerte en la vejez, podemos ver la importancia de las pérdidas; el duelo y lo que involucra en cada una de las fases de recuperación. Se trata también del suicidio, que se ve como la solución a la problemática existencial que muchas personas llegan a experimentar cuando pasan por eventos que tienen que ver con un nivel muy alto de dolor emocional, y la pérdida de esperanza en el mundo y en ellos mismos. Conocer las causas que pueden llevar al suicidio nos brindará la ayuda necesaria para plasmar en las personas afectadas el deseo de vivir. Todos estos aspectos tienen que ver con la Tanatología.

Finalmente, se ven los aspectos nutricionales para una mejor calidad de vida biológica, y el retomar los principios divinos que ayude en el proceso de envejecimiento, para vivir una vida digna hasta los últimos años que Dios nos permita disfrutar, no como solitarios, pero en comunidad, aquí en la tierra.

¿Cómo aportó este libro a mi vida personal?

- Al estudiar acerca de todo lo que implica el llegar a la vejez, me ayuda a prepararme para la etapa final de mi vida, si Dios lo permite, aquí en la tierra. Reconocer que no se trata solo de pasar por esta vida, sino que Dios tiene un propósito para el cual estamos aquí en la tierra. Por tanto, nuestro anhelo de vivir será el hacer la voluntad de Dios, honrarle y glorificarle con nuestra vida.

- Conocer el proceso de envejecimiento y sus limitaciones me permitirá enfrentar de manera digna esta ultima etapa de mi vida biológica, lo cual me prepara psicológicamente para enfrentar los cambios que afectan la conducta y la personalidad.

- Puedo reafirmar que aunque llegue a la vejez, mi espiritualidad puede permanecer firme en el conocimiento de Dios, quien ha de ser mi sostén hasta el ultimo aliento de mi vida terrenal. De esa manera, mi fe se mantendrá inalterable a pesar de las adversidades que tenga que enfrentar.

- Aprender acerca de una buena alimentación me ayudará a mantenerme físicamente saludable, evitando así algunas complicaciones en mi desarrollo fisiológico que conllevan a enfermedades graves, como la diabetes, hipertensión arterial, y enfermedades del corazón.

- Por encima de todo lo que nos transmite este texto, lo más significativo para mí es el ponderar de manera excelente el valor de la vejez al ubicar a las personas en proceso de envejecimiento, como aquéllas que son dignas de respeto y honor, y que son personas que poseen la sabiduría de la vida para instruir a los jóvenes. Valores que encontramos implícitos en quienes se han distinguido por una fe cristiana bien fundamentada.



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El ADN de las Relaciones












El ADN de las RELACIONES
Última actualización, 5 de Junio, 2022

Las redes sociales
Un tema que es central en la vida de los seres humanos son las relaciones interpersonales.
  
Estamos de acuerdo en que el avance tecnológico nos impulsa a no quedarnos rezagados y nos facilita estar relacionados. Las redes sociales nos permiten extender nuevas líneas de comunicación sin límite de tiempo y espacio en una comunidad global.

De manera contradictoria nos damos cuenta con ironía que, a pesar del auge postmoderno, aún no hemos aprendido a relacionarnos de manera positiva con nuestros semejantes. Lo cierto es que no podemos escapar a las relaciones, ni de día ni de noche, pues siempre nos estamos relacionando con otras personas. No podemos negar esa verdad. 

El ADN
Según el Dr. Gary Smalley,  tenemos ese código ADN para las relaciones en el cual se puede entender que fuimos creados para tener relaciones con Dios, con los demás y con uno mismo (estas relaciones deben estar en equilibrio); así como con la capacidad de elegir (cambiar), y de asumir responsabilidades por nosotros mismos y así tomar decisiones (poder interior). El problema en sí proviene del interior (el miedo), y que de ahí surgen los conflictos que llevan a la ruptura de las relaciones

La solución
Algo interesante es nunca esperar que la otra persona sea la solución. Lo que tenemos que considerar es el perdón pues es lo que sana las relaciones. No debe haber inseguridad cuando se trata de sanar las relaciones.  

Aspectos de la relación
Debemos de tener cuidado personal para lograr un buen desarrollo en las relaciones. Esto puede lograrse, tomando en consideración el mandamiento de amar a Dios , y amar al prójimo "...como a ti mismo". Lo cual involucra cuatro aspectos que complementan una relación
  • espiritual
  • emocional
  • intelectual y 
  • físico

Las emociones
En cuanto a la comunicación emocional, lo importante es descubrir las emociones que están presentes en las meras palabras al comunicarnos unos con otros, lo cual reflejara el grado de interés que nos merece cada persona con quien nos relacionamos

Para aprender: 
  • No podemos dejar de darle importancia al hecho de tratar de mejorar nuestras relaciones, en todos los niveles. Esto es, poner atención a la manera en que me estoy comunicando con las demás personas, y ver la forma de mejorar cuando así lo amerite la ocasión. 
  • Puesto que la base de las relaciones es la comunicación, debemos de estar conscientes de los errores o fallas que se presentan en las líneas de comunicación.
  • Dios nos ha creado con la capacidad de relacionarnos y de elegir las decisiones que debemos tomar, así como de ser responsables de esas decisiones que tomamos. 
  • No olvidar que la otra persona nunca es la solución al conflicto de las relaciones. La solución debe comenzar conmigo mismo al considerar mi participación en esa relación, que tengo capacidad de elección, y mi responsabilidad personal en las decisiones que tenga que tomar. 
  • Debemos de descubrir las emociones que están presentes en las palabras con las que nos comunicamos, y por lo tanto demostrar un verdadero interés hacia la otra persona, tomando en cuenta la razón verdadera del por qué se dice aquello.  
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Las Pérdidas de la Vida












Adaptado  del libro "Cómo recuperarse de las pérdidas de la vida", de H. Norman Wright/ (Primera de dos partes).

Cómo recuperarse de las pérdidas de la vida

El daño emocional

Las pérdidas significativas nos acompañan a lo largo de nuestra vida y el dolor que experimentamos nos marca para siempre. Pero, como dice H. Norman Wright  ("Cómo recuperarse de las pérdidas de la vida"), no siempre estamos conscientes de esas pérdidas. Consideremos que esas experiencias son las más difíciles de superar por el daño emocional que involucra el pasar por ellas. 

El rechazo en la infancia

Al pasar experiencias de dolor de pérdida en los años de infancia, se tiene la idea de porque se es niño se está menos vulnerable al dolor de las pérdida. Cuando en realidad es todo lo contrario, pues los niños son afectados en sus primeros años de vida y las consecuencias se reflejan en los años de adulto. Se torna tan difícil su situación por la predisposición a la depresión en esos años posteriores. Ya que, "los niños no tienen los mecanismos de soportar y de defensa que tienen los adultos". Sobre todo en el caso del rechazo, la cual es una pérdida muy difícil de manejar en los niños.


Creciendo a través de las pérdidas

Es muy importante la manera en que debemos tratar las pérdidas. Esto debe de hacerse aislando cada pérdida y no tratar de "componer" nuestras pérdidas, sino separarlas y resolver la situación que nos embarga. Ante ese panorama la vida es una mezcla de pérdidas y ganancias, pérdida y adquisición. Al analizar las etapas de desarrollo nos vamos dando cuenta de que crecemos luego de una pérdida y así, cada vez, vamos avanzando en la vida. 

La madurez como personas
Todo cambio circunstancial que nos llega a provocar inquietud, desasosiego y molestia en nuestra vida produce pérdidas. Algunas pérdidas son evidentes, otras no tan obvias y no las identificamos como tales, a que no les dedicamos tiempo. Desde una perspectiva positiva nuestra vida se va formando en madurez luego de cada pérdida que enfrentamos.

La vejez
  • Son pérdidas, aquellas que tienen que ver con el proceso de envejecer, o lo que tiene que ver con el mercado laboral, o tal vez el no lograr un aumento, o estar en un trabajo no deseado. 
  • También se hacen manifiestas las pérdidas físicas, el deterioro biológico; vemos que físicamente somos más vulnerables. 
  • Con el envejecimiento nos enfrentamos a más perdidas, por ejemplo perder amigos o familiares. 
  • Después de la vida media se nos acumulan las pérdidas y estas nos llegan con más frecuencia.

La ganancia del envejecimiento

Ante todas las situaciones de pérdidas debemos poder tener la decisión de enfrentarlas y así lograr transformarlas en ganancias. Daniel B. Kaplan de la Universidad Adelphi en Nueva York, dice que "... los adultos mayores son más felices y están menos estresados que los adultos jóvenes y de mediana edad". Acerca de la ganancia del envejecimiento, el punto central es resignificar la vejez ya sea para el beneficio propio o colectivo. Lo primero es la aceptación de la vejez, para llegar a entender que existen otras posibilidades de seguir creciendo como personas. (vejezcreativa.com)

Oportunidad de crecimiento

Al respecto, en ese proceso de envejecimiento, nos dice R. Scott Sullender: "... la pérdida de salud en los últimos años de vida, puede ser la oportunidad de crecer hacia un nivel aun más grande de madurez espiritual". 

La vejez y la espiritualidad

A finales del siglo XX la comunidad científica retoma el enfoque de la espiritualidad, una importante dimensión humana, como parte de las misiones originales de la psicología. En una encuesta, el 76% de los entrevistados declaró que su fe se había vuelto más significativa ahora que rebasaban los 60 años(https://www.sciencedirect.com/)
Asimilarlo de esta manera nos prepara para enfrentar esas pérdidas que son tan vitales.


Sabiduría

Eclesiastés 12:1-8