sábado, 10 de noviembre de 2012

CONSEJERÍA Y SUS REQUISITOS


Qué es y qué no es

Dice el Dr. Carlos G. González Salamea: “La consejería no es la receta mágica en la que el Consejero dará la receta para la solución”. Esta, me parece una premisa interesante a considerar para comprender el ministerio de la consejería pastoral, puesto que la mayoría de las personas entienden equivocadamente que la consejería se trata de dar “consejos”. En realidad la palabra consejería, dice Jay Adams, es la traducción al vocablo inglés “counselling”, que puede significar “asesoría”, “guía”, en otras áreas puede definirse como “coaching”, “asesoría psicológica”.

Lo importante de entender es que la consejería se basa en el diálogo que se da entre el aconsejado y el consejero. Es la reunión donde se puede conversar acerca de lo que siente el aconsejado que le está causando daño, aprender cómo enfocar la problemática y como mejorar la situación.

La consejería, es el sitio en que puedo analizar la relación con mis hijos, conocer de los recursos y acciones que puedo tomar ante problemas que se presenten con ellos, hablar con la persona directamente afectada, recibir apoyo espiritual, recibir apoyo de grupo, recibir apoyo emocional. También conocer instituciones que me pueden ayudar.

La consejería NO es un lugar en donde se dan consejos para vivir mejor. Ni el sitio en donde se puede hablar mal del resto de la gente. Tampoco es el lugar en donde tienen las respuestas de por qué mi hijo consume drogas. No es el lugar en donde harán que mi esposo deje de beber, o el sitio que puede hacer que mi pareja vuelva al hogar. Pero, sobre todo: NO ES UNA PSICOTERAPIA.

Si consideramos los requisitos de un buen consejero, hemos de notar que la confianza es la primera característica importante, puesto que si no inspira confianza en las personas estas no se acercarán a contarles sus problemas. Además de poseer ciertos rasgos personales: bondad, amabilidad, ser sociable y accesible. Pero sobre todo como consejero pastoral debe estar familiarizado con las Escrituras, leer y conocer acerca de Dios, el plan de Dios para la salvación del hombre, y todo lo que implica la madurez espiritual para el creyente. Por supuesto, debe conocer la técnica de la consejería y practicar la Ética pastoral. El consejero debe estar habilitado espiritualmente para la consejería, esto significa que requiere oración, dependencia de Dios y estudio serio, así como investigación,  preparación, y actualización, además de conocer acerca de la naturaleza humana (psicología).

Entre las condiciones para la consejería, lo primordial es que la persona sienta la necesidad de ayuda. De no ser así, será infructuosa la labor del consejero. También, el aconsejado debe cooperar en la solución del problema. Reconocer que la Palabra de Dios el principal factor de ayuda y el promotor del cambio. La consejería requiere de un lugar y tiempo, así como respetar los acuerdos para el buen avance de las sesiones programadas.



Bibliografía recomendada:
Consejería Cristiana Efectiva. Dr. Gary Collins, Ph.D.
Capacitado para Orientar. Dr. Jay Adams
Consejería familiar. Dr. Carlos G. González Salamea.
Introducción al Estudio de la Pareja Humana. Ed. Ediciones Universidad de Chile. Mayo 1995.
La familia una Aventura. Paulina Elsner V. 5ª. Ed. Ediciones Universidad de Chile.


jueves, 18 de octubre de 2012

CONSEJERÍA SOBRE EL DUELO Y SU PROCESO
















Duración

Sin duda que la pérdida de un ser querido es causa del más profundo dolor y desesperanza. Pareciera que nunca podremos sobreponernos a ese dolor, el dolor más grande que hemos sentido. 

¿Qué es el duelo?

El duelo es el proceso de ajuste emocional y de vida por el que se pasa después de experimentar una pérdida. El duelo por un ser querido después de su muerte también se conoce como luto. https://www.cigna.com/

La duración del duelo es siempre variable y depende de los factores particulares que influyen en la respuesta individual a la pérdida. Los síntomas más intensos del duelo agudo pueden durar entre 6 y 12 meses, pero se conocen procesos que precisan de 3 años y más. 

Duelo patológico.

Hay aspectos de la pérdida que acompañan al doliente para siempre. Cuando la duración d del duelo es muy larga y no se logra la recuperación, podemos decir que es un duelo patológico.

En la recuperación del duelo se experimentan sentimientos, muchas veces encontrados, y podemos decir que el tiempo es terapéutico. Esto es así, porque:

  • da una perspectiva 
  • ayuda a resituar los hechos
  • adaptarse al cambio y 
  • procesar sentimientos

Signos concretos de recuperación:

  • la capacidad de recordar y de hablar de la persona amada sin llorar o desanimarse
  • la capacidad de entablar nuevas relaciones y de sumergirse en los desafíos de la vida

Al analizar cada uno de estos signos podemos ver que implica un esfuerzo personal por parte del doliente para llegar a sobreponerse al dolor del duelo.

El proceso del dolor

El dolor es una experiencia común a todos. Como todo proceso tendrá sus altibajos, pero estos se pueden ir ajustando cada vez más a la vida “después de la muerte”. 

Para quien ha experimentado la partida de un ser querido, la recuperación del duelo no es algo que debe hacerlo solo, sino que se puede contar con la familia, con los amigos, con la iglesia y con Dios para acompañarle. 

Así, puede ir creciendo hasta una nueva etapa de su vida. “… porque Dios será luz eterna para ti, y los días de tu duelo se acabaran” Isaías 60:20.



Bibliografía recomendada:

Curso Fundamental de Tanatología. Dr. L. Alfonso Reyes Zubiría. México.1991.

El arte del buen morir. Joyce Cope de Wyatt. Ed. Mundo Hispano. EE. UU. 2005.

Aprender de la pérdida. R. A. Neimeyer. Una guía para afrontar el duelo. Editorial Paidós, Barcelona. 2002.

Expedientes del Dolor. Juan Constantino. (Poesía tanatológica). Amazon. EE.UU. 2017.



lunes, 10 de septiembre de 2012

CONSEJERÍA PARA LA VEJEZ



                                                                          NOSOTROS

Nosotros, los que hemos acumulado los años paso a paso, somos el mismo corazón que descubrió la vida desde los tiempos previos de nuestra juventud. Somos los que llevamos cargado el corazón de sueños procreados con el elíxir de la pasión primera, y aún no desmayamos.

Nosotros, seguimos inventando fantasías de grandezas, esperando realizar el sueño que motiva nuestra vida, la razón de existir; y la consabida presencia del sentir que nunca viaja solo sino tomado de la mano del ser amado nuestro.

Nosotros, logramos hallar sentido a nuestras vidas. Que no se puede saborear la misma vida si no encuentras con quien compartir las alegrías, los miedos, las ilusiones, las penosas frustraciones, y el amor que sustituye todo el sentir negativo de la vida para abrazar al ser que decidiste amar.

Nosotros, queremos que el mundo se transforme con actos responsables, con actitudes férreas para lograr los tiempos del mañana, donde ellos, nuestros hijos, emprendan la carrera trotando libres y autónomos, inventando sus sueños y rescatando dolores y amarguras sin errores fallidos ni las guerras cansinas que el hombre malo inventa.

Nosotros, tomamos de la mano la esperanza para vencer a la desesperanza y darle vigor a nuestro espíritu. No tememos la muerte, esta es la que marca nuestro paso en la vida y nos conduce al cielo donde aspiramos la paz tan esperada.

Nosotros, mantenemos la fe en quien sabe extender la mano y rescatar las vidas suprimidas por el error humano. Nuestra fe en Dios permanece firme, y hasta el último aliento, para extender la mirada en otro plano de la vida, la verdadera vida; la otra vida que desde ya disfrutamos poseer.

Nosotros, hemos entresacado lo mejor de la vida para plasmar en nuestros hijos y nietos, la fe que traslada los montes, la mejor actitud, el mejor pensamiento y el más grande anhelo: amar al prójimo, para imitar a Aquel que nos amó primero.

J. Constantino T.

martes, 10 de julio de 2012

CONSEJERÍA PARA CRISTIANOS


Por falta de intimidad

La causa de que muchos creyentes se sienten debilitados y decepcionados de la vida cristiana, -y por consecuencia, decepcionados de sus propias vidas, decepcionados de sus trabajos, de sus matrimonios, de sus relaciones- ,  no es otra cosa más que falta de intimidad con Dios. Y lo que sucede es que el creyente no se da cuenta cómo poco a poco el camino que está tomando le está apartando de Dios, porque ya no procura estar en intimidad con Dios.

“El que aparta su oído para no oír la ley, su oración también es abominable.” Pr.28.9

Cuando se aparta el oído, se deja de escuchar. En el caso de la oración, apartar el oído da como resultado alejarnos de esa intimidad con Dios. Significa dejar de escuchar la voz de Dios. La oración es intimidad con Dios, igual como es la comunicación en la relación matrimonial.

En el matrimonio esa plática en la intimidad permite que los dos lleguen a conocerse de manera más profunda, además de la relación conyugal, en otros niveles de privacidad o de manera reservada que solo compete a ellos dos.

La palabra “intimidad” nos da idea de que lo que hacemos es con carácter privado o reservado.

intimidad - Carácter privado o reservado.
La comunión íntima de Jehová es con los que le temen, Y a ellos hará conocer su pacto. Salmos 25:14

Dijimos que el creyente no se da cuenta como poco a poco el camino que está tomando le está apartando de Dios, porque ya no procura estar en intimidad con Dios. ¿Qué procura entonces?, procura otras cosas, aparta el oído, hay influencia de los enemigos, y no hay una visión clara de la vida (desde la correspondiente perspectiva de Dios).

¿Qué es lo que nos hace como creyentes apartar el oído? Por un lado, los enemigos internos (los propios) y por otro lado los enemigos externos (los de afuera):

Enemigos internos de la intimidad:
·         Egoísmo (el procurar otras cosas: mis cosas. Nadie entra ahí…)
·         Falta de límites (hago lo que quiero, cuando quiero y como quiero…)
·         Falta de compromiso-responsabilidad (no hay una visión…)
·         Desapego del orden bíblico (“…apartar el oído para no  r la ley”. Salmo 28:9)
·         Conformismo (pasividad…)
·         Falta de demostración de amor (el sacrificio, el poner la otra mejilla…)
·         Falta de prioridades (qué es primero…)

Enemigos externos de la intimidad: 1 Juan 2:16
·         Los medios de comunicación (su perniciosa influencia que esclaviza, una vida virtual que no es real, el “texting”, con riesgo hasta de muerte, suicidio… ¡en vivo!)
·         Amistades-Relaciones peligrosas (que influyen con una visión distorsionada…)
·         Exceso de trabajo (falta de tiempo con la familia… por la adicción…)
·         Presiones sociales (no saber decir que no… la presión de los amigos…)
·         Una doble moral (el atractivo del mundo… permisivismo… “si otros lo hacen…”)

El resultado
Estos enemigos internos y externos inciden hasta lograr deshacer esa intimidad con Dios. Por consecuencia, nos evitan el consagrar nuestra vida a Dios y, por supuesto caminar en santidad. Lo que significa que nuestra fidelidad a Dios se quebranta. Y así, somos debilitados, nos decepcionamos de la vida, de todo. Nada nos motiva, pues hemos perdido intimidad con Dios.

Conviene un análisis personal a partir de los siguientes cuestionamientos: ¿En qué caminos andas…? ¿Con quién andas…? ¿Qué tan fiel eres… a Dios, y a ti mismo…? ¿Cuánto le amas…? ¿Cuáles son tus prioridades acerca de las influencias externas…? ¿Qué tanto influyen en ti…?

martes, 19 de junio de 2012

CONSEJERÍA ACERCA DE EL MORIR










La posibilidad de morir
    “¿Sinceramente, hoy al levantarse por la mañana, quién de ustedes pensó en la posibilidad de morir…?” 

Nadie, o casi nadie piensa en la posibilidad de su muerte. Se puede pensar en que alguien probablemente vaya a morir, pero no se piensa que eso pueda suceder a la persona en cuestión.

Morir es parte de la vida
La mayoría de las personas prefieren evitar aquellas conversaciones que giran en torno al tema de la muerte. Prefieren cambiar el tema de la conversación pues se sienten vulnerables, incapaces de reflexionar acerca de lo que implica el morir, e incluso son presa del miedo, se comienzan a inquietar pues se sienten incómodas y mejor prefieren retirarse de aquella plática. Para estas personas hablar de la muerte no es algo agradable. Lo cierto es que el morir es parte de la vida.

Somos seres finitos
Recuerdo aun la primera lección de Biología: “todo ser vivo nace, crece, se reproduce y muere”, aprender esto es elemental cuando estudiamos a los organismos vivos. El estudio de las ciencias naturales todavía mantiene vigente dicho enunciado, y es algo que deberíamos tener muy presente durante nuestro diario vivir: nacemos, pero un día hemos de morir (Ec. 3.2). 

Si pudiéramos mantener la perspectiva de lo finito, podríamos reconocer nuestras propias limitaciones en una realidad que nos concierne desde el punto de vista humano. El ser humano es un ser finito.

El proceso final de la vida
Entendemos que Dios le ha dado al hombre el sentido de eternidad con referencia a lo espiritual, pero en cuanto a lo terrenal es finito, está limitado, tiene un fin (Job 14.1,5). La muerte no tiene por qué ser inaceptable. Como creyentes sabemos que es solo el siguiente paso hacia la eternidad.

Deberíamos considerar el estar preparados para ese momento en el proceso final de la vida.

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Libros recomendados:
Curso Fundamental de Tanatología. Dr. L. Alfonso Reyes Zubiría. México.1991.
El arte del buen morir. Joyce Cope de Wyatt. Ed. Mundo Hispano. EE. UU. 2005.
Aprender de la pérdida. R. A. Neimeyer. Una guía para afrontar el duelo. Editorial Paidós, Barcelona. 2002.
Expedientes del DolorJuan Constantino. (Poesía tanatológica). Amazon. EE.UU. 2017.

miércoles, 23 de mayo de 2012

CONSEJERIA PARA EL MAESTRO CRISTIANO

Un ministerio necesario


"No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto, sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús." Fil. 3:12
 Podemos decir con certeza que el maestro cristiano está consciente de sus deficiencias, consciente de que todavía le falta mucho por conocer de Dios y su Palabra. Es una realidad, lo digo por mi propia experiencia, y puedo añadir algo más: que una vida no es suficiente para conocer todo lo que Dios nos revela en su Palabra. Por eso dice San Pablo “No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto…” Reconociendo que le faltaba todavía mucho del conocimiento y de la sabiduría de Dios. Consideremos los siguientes factores para entender el ministerio del maestro cristiano.

LOS LABIOS DEL MAESTRO
Si hay una vida que ha dejado tanto impacto entre quienes le rodean, esta es la vida de Jesús, el Maestro, porque sus labios hablaron la verdad. Por lo mismo, podemos confiar en El. El dijo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida”. Jn.14:6. Si queremos conocer la verdad, necesitamos conocer a Jesús. Y ¿Cómo conoceremos a Jesús? A través de la enseñanza que nos revela la verdad. Muchos al alejarse de Dios, no saben lo que han desechado. ¿Por qué no lo saben? Porque no quisieron aprender, porque no se dejaron enseñar, porque se creyeron más inteligentes que el maestro, que el pastor, que el evangelista. Menospreciaron la verdad de Dios. Pero aunque haya quienes menosprecien a Dios y su Palabra, el maestro debe enseñar la verdad. Jesús se identificaba por eso: Mt.22:16.

LA PERSONALIDAD DEL MAESTRO*
La personalidad del maestro está siempre en desarrollo:
a. Físico: El buen maestro se empeñara por tener buena presentación, tener hasta lo posible buena salud, estar descansado, tener energía y vigor, usar una voz agradable ante la clase.
b. Mente: El buen maestro tendrá interés constante en mejorar sus conocimientos, en saber los acontecimientos en el mundo actual y la situación de sus alumnos, procurará pensar lógicamente y juzgar bien, sin prejuicios, podrá decidir, no será vacilante, siempre mirará hacia el futuro, haciendo planes, proyectando actividades.
c. Social: Tiene que ver con la manera en que se desenvuelve, cómo se relaciona. El buen maestro será optimista, tendrá simpatía y cultura, será paciente y tolerante, será entusiasta, más que todo será sincero y digno de confianza.
 d. Ética: El buen maestro tendrá una vida moral intachable, presentará ante otras personas normas morales altas, será leal a su iglesia, tendrá un sentido de dignidad propia y de justicia. e. Espiritual: El buen maestro hace una entrega completa de su corazón y vida a Dios, y tendrá el concepto de que su trabajo como maestro es una misión divina; un llamamiento especial, un llamado a servir. Para edificar el cuerpo de Cristo. Ef.4:11,12.

LAS ACCIONES DEL MAESTRO
El ministerio del maestro cristiano se refleja en sus acciones, lo que hace:
• El maestro consagrado refleja la presencia y guía de Dios en su vida diaria.
• Su vida indica que depende de Dios. De su voluntad.
• Habla de su fe en Cristo.
• Ama a Dios y ama a sus alumnos.
• Ora sin cesar.
• Tiene disposición de trabajar, de dar de su tiempo y esfuerzos, sin esperar recompensa, sin reconocimientos.
• Tiene convicciones bíblicas y doctrinales firmes.
• Se capacita y actualiza continuamente.
• Se esfuerza constantemente como cristiano.

*Fuente: El maestro cristiano (Ministerio Un Nuevo Pacto)

lunes, 23 de abril de 2012

CONSEJERÍA ANTE LA ENFERMEDAD Y MUERTE







Ante el morir: temor o ignorancia
Es raro, pero hay gente que no sabe nada acerca de la muerte, nunca lo hubiera pensado. En cierta ocasión, una persona comentó que su padre tenía cinco años de haber muerto, y aun después de ese tiempo, todavía no se sentía capaz de superarlo. Al preguntarle si acaso le habían hablado acerca de la muerte en su infancia, dijo que nunca nadie le había dicho nada sobre el tema. 

Un proceso
Por otro lado, algunas personas evitan hablar de la muerte y cuando se toca el tema inmediatamente tratan de cambiar el giro de la conversación; se sienten intimidados, temerosos, vulnerables. Pero, lo admitamos o no, la muerte forma parte del proceso al final de la vida.

Enfermedad y muerte
Pensemos  lo siguiente: si no nos enfermáramos entonces ¿de qué moriríamos? Aunque hay gente que vive muchos años sin padecer una enfermedad que le lleve a la muerte. Igual la gente se muere por accidentes, o de maneras raras que no alcanzamos a entender, lo cierto es que la gran mayoría muere como resultado de una enfermedad.

Si no muriéramos, estaría la tierra poblada de gente con muy avanzada edad, que esta vida sería un caos y no querríamos vivir en tal situación en este planeta. ¡Imaginemos la vida sin muerte!

Derecho primario y fundamental
Con respecto a la muerte, consideremos las siguientes palabras:
El objetivo principal de la Tanatología es ayudar al hombre en aquello a lo que tiene como derecho primario y fundamental: a morir con dignidad, plena aceptación y total paz; por lo que también es el ayudar a los familiares del enfermo terminal a que vivan plenamente y se preparen a la muerte del ser querido; y a quienes ya la sufren a que elaboren su duelo en el menor tiempo y con el menor dolor posibles. (Dr. Alfonso Reyes Zubiría)



Libros recomendados:
Curso Fundamental de Tanatología. Dr. L. Alfonso Reyes Zubiría. México.1991.
El arte del buen morir. Joyce Cope de Wyatt. Ed. Mundo Hispano. EE. UU. 2005.
Aprender de la pérdida. R. A. Neimeyer. Una guía para afrontar el duelo. Editorial Paidós, Barcelona. 2002.
Expedientes del DolorJuan Constantino. (Poesía tanatológica). Amazon. EE.UU. 2017.
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jueves, 12 de abril de 2012

LA CONSEJERÍA Y EL PERDÓN

El hombre y sus conflictos es la historia de una humanidad caída. 

En el razonamiento de Pablo queda muy claro la batalla de todo hombre: “Mas veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi espíritu, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros” (Ro.7.23). Es el conflicto permanente, y es la necesidad permanente de sofocar la angustia de pecar. Que no hay paz en el corazón del hombre en tanto vaya en busca del perdón divino. 

Perdón, palabra sanadora. 

Es el perdón el acto que ha de redimir las conciencias caídas. Se requiere el perdón para la eficacia de la consejería. No hay avance si no se experimenta el perdón. El perdón del sí mismo, el perdón de mi próximo, el perdón entre dos; el perdón que haga caer los obstáculos que impiden la sanidad interior, la redención, el avance en la resolución del conflicto, cualquiera que este sea. 

No en vano fue el perdón la prueba máxima del Redentor para librarnos del conflicto existencial (¿quién soy?, ¿de dónde vengo?, ¿a dónde voy?) que conlleva a la muerte espiritual. Sin Dios hay muerte eterna, sin Dios no hay esperanza, sin Dios la vida no tiene sentido. 

¿Cómo iniciar el proceso de la consejería? 

Ante todo se necesita la voluntad de querer resolver el conflicto, esa decisión para confrontar el problema, asumir la propia responsabilidad y tomar el compromiso de avanzar paso a paso en el proceso de la sanidad. 

Al tomar conciencia de la tarea a realizar, el aconsejado podrá avanzar en su propia solución si parte del correspondiente reconocimiento de ser parte involucrada en el conflicto, aceptando su error, o pecado, y deseando corregir la falta. 

No puede haber sanidad si no hay perdón. No puede haber solución si no hay compromiso. 

En ese proceso de sanidad el consejero participa como guía en la solución del conflicto acompañando al aconsejado paso a paso, alentando el avance, enfrentando los altibajos, sugiriendo acciones que permitan reaccionar ante el problema. 

En todo esto, permitiendo que actúe el Espíritu Santo, limpiando las conciencias, dando directrices, alentando en la prueba y fortaleciendo para avanzar con esperanza.

 ________________________________________ Bibliografía recomendada: Consejería Bíblica. John MacArthur. Ed. Grupo Nelson. USA. 



miércoles, 14 de marzo de 2012

CONSEJERÍA ANTE EL SUFRIMIENTO y DOLOR









Experiencias diferentes
El dolor y el sufrimiento en el proceso final de la vida siempre están presentes. Es el cuerpo el que experimenta el dolor, pero es el ser humano el que lo sufre.
  • El sufrimiento es subjetivo
  • personal
  • tiene relación con el pasado de la persona
  • con su cultura
  • con sus vínculos afectivos
  • sus roles 
  • sus necesidades
  • su cuerpo
  • sus emociones 
  • su vida secreta y 
  • su futuro
Todas estas áreas son susceptibles de ser lesionadas, de sufrir pérdidas y de ocasionar sufrimiento. 


El sufrimiento
Las heridas a la integridad personal se expresan a través de los afectos: 
  • tristeza 
  • rabia 
  • soledad
  • depresión
  • aflicción
  • infelicidad 
  • aislamiento
Pero estos afectos no son la herida en sí, sino su manifestación. La única forma de conocer qué causa el sufrimiento, es preguntárselo a quien lo sufre y solo entonces se puede establecer una relación más completa, integral y personalizada.

Los profesionales de la salud
Así, pues, los médicos y en general los profesionales de la salud tienen la obligación moral y profesional de ampliar su óptica del paciente, ver más allá de la sola enfermedad y, descubriendo el sufrimiento, de ubicar en lo posible su fuente y emplear todos los medios proporcionados disponibles para permitirle al paciente el alivio que él desee. 

El paciente terminal
En el caso del paciente terminal, permitirle el alivio para que pueda morir dignamente
  • asistido 
  • aliviado 
  • acompañado
  • informado y 
  • no agobiado por su agonía desatendida

Aliviar el sufrimiento
Lamentablemente, algún sufrimiento a la hora de morir es inevitable y hay que vivirlo, ya que no podemos concebir la muerte en forma romántica e idealizada, pero su alivio en lo posible es un acto moral de respeto por la dignidad humana.

La etapa al final de la vida
Se debe estar preparado para sobrellevar lo que puede ocurrir a medida que se acerca el final de la vida. Este puede ser el momento de concentrarse en cuestiones...
  • físicas
  • espirituales 
  • emocionales y 
  • familiares

Qué esperar
Los pacientes y sus familiares a menudo tienen preguntas sobre qué podría ocurrir durante la última etapa de la vida. Comprender qué puede esperar, tanto en el aspecto físico como en el emocional, puede ayudarle a vivir más plenamente. (American Cancer Society) 

Ante el dolor de la muerte
La labor del consejero tanatólogo es necesaria tanto para el enfermo terminal como para los familiares. Se trata de  acompañarles, orientando a ambos, en todos los aspectos que se presenten en el momento final del proceso de la vida. Al mismo tiempo, proveer el apoyo espiritual que les ayude a enfrentar esos difíciles momentos.



(Fuente: Muerte y Calidad de Vida. Ana Méndez Marino. La Habana, Cuba.)

BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA:
Curso Fundamental de Tanatología. Dr. L. Alfonso Reyes Zubiría. México.1991.
El arte del buen morir. Joyce Cope de Wyatt. Ed. Mundo Hispano. EE. UU. 2005.
Aprender de la pérdida. R. A. Neimeyer. Una guía para afrontar el duelo. Editorial Paidós, Barcelona. 2002.
Expedientes del DolorJuan Constantino. (Poesía tanatológica). Amazon. EE.UU. 2017.
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miércoles, 7 de marzo de 2012

CONSEJERÍA: MIEDO ANTE LA MUERTE


Calidad de vida
La calidad de vida de la persona se va deteriorando a medida que se acerca a la muerte, pero se le puede ayudar a enfrentarla con dignidad hasta el momento final.

El sufrimiento en el enfermo terminal
Recordemos que la vida no tiene una sola dimensión, sino que tiene varias facetas y aspectos; se desarrolla física, social, emocional, psicológica y espiritualmente. Así también, la persona que sufre lo hace en distintas formas en cada una de estas dimensiones. El enfermo terminal sufre por las muchas pérdidas en su vida: la pérdida de funciones corporales, la pérdida psicológica de su autonomía y su independencia, y las pérdidas sociales al no poder participar como antes en reuniones con su familia, sus amistades, en el trabajo y en otros aspectos de su vida. Ya no puede tomar decisiones por sí mismo y así debilita su autoestima y su sentido de valor personal. Siente gran dolor y sufrimiento por la falta de calidad de su vida y por la penosa realidad de que su muerte se acerca. En el sentido espiritual sufre cuando no tiene resuelto su destino en el más allá, lo desconoce y eso le atemoriza.

El enfermo terminal y la familia
En el momento final del proceso de la vida, la persona sufre no solamente por sí misma, sino que se preocupa por sus seres queridos a quienes pronto dejará. Le preocupa cómo van a reaccionar ante su muerte y después a su ausencia. Por lo tanto, en muchas ocasiones, decide no hablar con ellos en cuanto a estas cosas tan esenciales. 
Por otro lado, los miembros de la familia no quieren causar más dolor al enfermo y así no se atreven, ninguno de los dos, a hablar de la realidad e inminencia de la muerte. Piensan, también, que es mejor sufrir en silencio. Pero en esta forma todos pierden la oportunidad de ser honestos en cuanto a su dolor frente a la muerte que los va a separar.

Compartiendo el dolor
Sin duda que el dolor compartido es un dolor mucho más sano, y en realidad, no es tan agudo; al compartirlo y saber que el otro sufre igualmente, el dolor es más llevadero. Es una bendición muy grande cuando pueden acercarse abiertamente el enfermo terminal y su familia en esta etapa de la vida. Es una preparación tanto para la muerte como para enfrentar la vida después de la muerte del ser querido.

Los miedos frente a la muerte
En esta última etapa de la vida el valor y la dignidad de la persona pueden ser intensificados. Al acercarse a la muerte, al enfermo le hace falta saber que su vida es valorada, apreciada y que ha traído gozo a otros. La persona que le cuida debe comunicarle estas verdades. Al mismo tiempo debe consolarle y ayudarle a vencer los tres grandes miedos frente a la muerte: el miedo al dolor, al abandono y a la incapacidad total. Esto se logra cuando se trata a la persona con dignidad, tomando en consideración sus deseos, y siendo una presencia reconfortante y solícita.

Dignidad
El hecho de aspirar a no vernos colocados en circunstancias que inspiren lastima y compasión ante los ojos de los demás, configura una actitud frente a la vida, que se llama dignidad. Ayudar al enfermo terminal a vivir su vida a plenitud, tener paz y aspirar a tener una muerte digna, es la meta de la Tanatología.

Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.
Fil.1.21

Adaptado del libro El arte del buen morir
Joyce Cope de Wyatt. Ed. Mundo Hispano. USA, 2005.

Libros recomendados:
Curso Fundamental de Tanatología. Dr. L. Alfonso Reyes Zubiría. México.1991.
Aprender de la pérdida. R. A. Neimeyer. Una guía para afrontar el duelo. Editorial Paidós, Barcelona. 2002.
Expedientes del DolorJuan Constantino. (Poesía tanatológica). Amazon. EE.UU. 2017.

domingo, 12 de febrero de 2012

CONSEJERÍA AL ENFERMO TERMINAL

El doctor Viktor E. Frankl, psiquiatra y escritor nacido en Viena (1905-1997), solía preguntar a sus pacientes aquejados de múltiples padecimientos, más o menos importantes: “¿Por qué no se suicida usted?”. Y muchas veces, de las respuestas extraía una orientación para la psicoterapia a aplicar: a éste, lo que le ata a la vida son los hijos; al otro, un talento, una habilidad sin explotar; a un tercero, quizás, solo unos cuantos recuerdos que merece la pena rescatar del olvido. 

Se puede decir que esa era la versión original del doctor Frankl del moderno análisis existencial -logoterapia-.(Prefacio de Gordon W. Allport al libro El hombre en busca de sentido de Viktor Frankl)

Una actitud para la vida
Al analizar las respuestas dadas al doctor Frankl, encontramos que son respuestas nacidas de una esperanza, comprobando con ello que para el ser humano, la esperanza, es una actitud de vida. Sea que se encuentre sufriendo algún padecimiento, o pase por la experiencia más atroz de su vida, o si está en su lecho de muerte, la esperanza le sostiene. Decía el doctor Frankl: “Al hombre se le puede arrebatar todo, salvo una cosa: la última de las libertades humanas –la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias para decidir su propio camino-.” A esto bien se le podría llamar una teoría de la esperanza, lo cual indica que el ser humano posee una espiritualidad.

La necesidad espiritual
El consejero-tanatólogo ha de cumplir mejor su función cuando puede entender que la naturaleza humana posee una espiritualidad y que es expresada en esa forma de comunicación íntima que se desarrolla en la práctica de una devoción personal con su creador. La gran mayoría de los seres humanos al encontrarse en el proceso final de su vida -sobre todo el enfermo terminal- hacen resurgir desde lo profundo de su ser la necesidad espiritual de ser aceptados por su hacedor.

Una muerte digna
En el enfermo terminal –creyente-, su esperanza se traduce en una esperanza de vida eterna y se basa en la victoria sobre su último enemigo, que es la muerte según la enseñanza de San Pablo: “Sorbida es la muerte en victoria…” (1 Co.15.26). Es en ese proceso de reencuentro con su creador donde el consejero-tanatólogo le guía, tanto a él como a sus familiares, en la aceptación de su fin final en esta tierra y a enfrentar la muerte con dignidad.

"La Muerte es la compañera del amor, la que abre la puerta y nos permite llegar a Aquel que amamos". San Agustín

"La Vida se nos ha dado para buscar a Dios, la muerte para encontrarlo, la eternidad para poseerlo". P. Novet

Libros recomendados:
Fundamentos de Tanatología. Luis Alfonso Reyes Zubiría. México
El hombre en busca de sentido. Viktor E. Frankl. Ed. Herder. España.

miércoles, 8 de febrero de 2012

CONSEJERÍA PRENUPCIAL


Requisito obligado

Sucede que a este aspecto de la consejería no se le da mucha importancia. En su gran mayoría, ni los líderes de jóvenes ni los pastores ven la importancia de educar a los adolescentes en esa fase de su crecimiento y desarrollo como personas. Los padres comienzan a angustiarse cuando los adolescentes y las adolescentes les llegan con la noticia de que ya tienen novio(a) o que piensan involucrarse en una relación más que amigos. Y su angustia se debe a que la mayoría de las veces, ellos, los padres no se encuentran preparados para guiar a sus hijos acerca de temas sobre las relaciones, la educación, la sexualidad, el matrimonio, etc. Temas por demás importante en el desarrollo integral de los hijos(as).

Por supuesto, los padres –la mayoría- esperan que la iglesia sea la que se encargue de educar a sus hijos e hijas en esas áreas en las que ellos se sienten incapacitados para proveer la información adecuada. Información vital, pues de la formación que hoy se dé a los hijos(as) depende su desarrollo y comportamiento como adultos, en el futuro. Entonces, como padres, ¿qué estamos haciendo ”hoy” para preparar a nuestros hijos(as) para el “mañana”? Como guías espirituales de adolescentes y jóvenes, ¿qué estamos haciendo para proveer la información adecuada para su desarrollo como personas?

Aun, los jóvenes casaderos desconocen que el matrimonio tiene una meta, que al fin de cuentas es la determinante para lograr el éxito de la vida matrimonial. Veamos: el propósito en el matrimonio, para la mujer, no es llenar las propias expectativas de tener un esposo, por ejemplo, que se haga responsable de «todas mis “necesidades” (caprichos) como mujer», pues ella es la “reina”; y por otro lado, el hombre, pensará quizás, en lograr sus expectativas propias y egoístas (machismo) de independencia y de poder, al tener finalmente a «la mujer que le ha de cumplir todos sus deseos», pues él es el “rey”. Por supuesto, esas y otras semejantes formas equivocadas de pensar, no conforman el verdadero propósito del matrimonio.

Por lo tanto, si la pareja desconoce cuál es la verdadera meta del matrimonio, surge la pregunta: ¿para qué se casan?

Debemos hacer ver a los adolescentes y jóvenes que la meta final del matrimonio es: la realización del cónyuge. Esto es, el esposo apoyando en todo lo posible a su esposa para que se realice como persona, y viceversa.

Pero, claro, quizás alguien puede decir, “es que, la meta de cada matrimonio es glorificar a Dios”. Pues no, ya que esa es la meta de todo creyente; y por ello cada uno en el matrimonio, de forma individual, ha de buscar que Dios sea glorificado en su vida.

Consideremos lo siguiente: por un lado, la pareja de esposos debe cuidar que su matrimonio progrese, madure y sea estable, y todo eso se ha de lograr si Dios es prioridad en sus vidas; pero por otro lado, el uno ha de procurar al otro para que éste logre su realización como persona, y eso implica el esfuerzo de cada uno enfocados en una misma META: la realización del cónyuge.
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lunes, 23 de enero de 2012

CONSEJERÍA A LA PAREJA

Requiere confrontación 
Qué   difícil le es al hombre dejar de expresar sus machismos para lograr el buen desarrollo en su vida como pareja. Pues es el varón a quien Dios ha señalado como quien tiene la autoridad en su casa, y quien es así mismo el responsable de que su familia conozca a Dios, su Palabra y sus misericordias abundantes. 
Pero cuando el hombre falla en esa tarea queda hecho un cero a la izquierda cuando se hace manifiesta su incapacidad para dirigir el destino de los suyos. Esto lleva a su familia al fracaso inmediato en el crecimiento de la vida espiritual de los suyos, al fracaso para lograr la unidad familiar al fallar, por consecuencia, en la educación de los valores (morales, familiares y espirituales) que son fundamentales en el desarrollo de la personalidad de los hijos. 

Hogares destruidos
Por un lado, qué lástima por la destrucción de esos hogares; y por otro lado, qué avergonzados hemos de sentirnos quienes nos preocupamos por dirigir, guiar, apacentar con buena fe y mejores intenciones a aquellos que debieran ser los esposos y padres elegidos para engrandecer la obra de Dios a través de lo más valioso que se le pueda otorgar a un hombre en esta tierra: esposa e hijos. Sí, avergonzados, porque nos damos cuenta que en la mayoría de los casos donde existe un conflicto conyugal, el evangelio no es la forma que rige el estilo de vida en la pareja, sino los propios intereses personales, el bienestar que encubre el egoísmo, y los falsos paradigmas que impone la sociedad que nos envuelve; por el pecado que nos asedia y que proviene del mundo: el deseo de la carne, el deseo de los ojos y la vanagloria de la vida. (1 Jn.2.16).

La fuente del conflicto
¿Cómo esperar que la pareja encuentre solución a su conflicto si no son capaces de reconocer primero que el conflicto está en el interior de cada uno de ellos? ¿Cómo esperar que ambos encuentren la solución al conflicto si son incapaces de comunicarse por el pecado que habita en su propia naturaleza humana, y que les hace llenarse de amargura, enojo, ira, gritería, maledicencia, y toda malicia? (Ef.4.31). 
En tanto ellos (la pareja) no reconozcan su pecado no podrán avanzar en la solución de su conflicto. Y en tanto no se acerquen a pedir perdón al dador de la vida encontrarán obstáculos para el buen desarrollo de su matrimonio. Y aun más, si ellos no toman la iniciativa para acudir al pastor-consejero no podrán avanzar en esa sanidad tan necesaria para su propio crecimiento y para poder darle gloria a Dios, su hacedor. 

Restaurar el conflicto
Está de más decirlo, pero es la pareja quien debe dar el primer paso para su restauración en el conflicto conyugal, acudiendo a su pastor, a su consejero o guía espiritual. La solución no es inmediata pero el compromiso de cada uno de los cónyuges hace posible la restauración paso a paso. Una de las mejores maneras de obtener éxito en este tipo de conflictos es a través de la confrontación de la pareja. ________________________________________ 

 Libro recomendado: Limites cara a cara. Henry Cloud, John Townsend. Ed. Zondervan. 

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