sábado, 3 de julio de 2021

CONSEJERÍA PARA EL HOMBRE ACTUAL



Inmerso en una sociedad cuyo énfasis de anti-valores lo arrastra sin poder escapar, tal es la situación del hombre actual. 

Hay una cadena de conflictos –internos y externos- que le agobian ante la imposibilidad de cumplir sus responsabilidades básicas que le demanda el mundo inmediato al cual se suscribe: familia, trabajo y sociedad.

Una Utopía

El hombre que pregonó el amor y la paz (“peace and love” como símbolo de toda esa generación) no pudo ver su sueño hecho realidad. En 1971, él imaginaba el mundo a su manera plasmándolo en su canción Imagine, que no deja de ser un bello poema utópico. Así cantaba John Lennon:

- Imagina -

Imagina que no hay cielo,

Es fácil si lo intentas,

Que no hay infierno debajo de nosotros,

Sobre nosotros, solo el firmamento.

Imagina a toda la gente

Disfrutando el ahora…

 

Imagina que no hay países,

No es difícil de hacer,

Nada por qué matar o morir,

Y que no hay religión.

Imagina a toda la gente

Disfrutando la vida en paz…

 

Puedes decir que soy un soñador,

Pero no soy el único,

Espero que un día te nos unas

Y el mundo será como uno.

 

Imagina que no hay posesiones,

Me pregunto si lo puedes imaginar,

Sin necesidad de codicia y hambre

Una fraternidad del hombre.

Imagina a toda la gente

Compartiendo todo el mundo…

 (John Lennon. 1971. Derechos reservados Bag Productions Inc.)

 

Una sociedad en decadencia

Imaginar todo eso puede llenarnos de sensaciones muy agradables; pero no basta solo imaginar. El hombre ha de recorrer un “largo y sinuoso camino” para sobrevivir a la realidad de esta humanidad, en una sociedad donde los valores están cada vez más ausentes, y la falta de amor impide mejorar las relaciones en todos los niveles de nuestro desarrollo.

 

Vivimos en un desequilibrio social...

Situación del hombre actual:

  • matrimonios fracasados 
  • madres y padres solteros 
  • hijos abandonados 
  • adulterio 
  • fornicación aceptada entre adolescentes (tan enfatizada en todos los medios de entretenimiento) 
  • mujeres maltratadas, violentadas, subestimadas
  • machismo (y micromachismo)
  • la crisis ocupacional 
  • empresas fracasadas
  • la desigualdad en todos los aspectos sociales
  • el mercantilismo 
  • enfermedad incurable 
  • la baja autoestima
  • la crisis de identidad 
  • la soledad 
  • los trastornos emocionales (ansiedad, estrés, depresión...)
  • el suicidio (según la OMS, uno cada 40 segundos) 
  • crímenes 
  • adicciones 
  • el extremo de la autocomplacencia (el placer por el placer, según los hedonistas, ahora con su gran difusión en la red)

Y a pesar de todo eso, tener que sobrellevar la vida en medio de una pandemia y todo lo que se derive de ella. Las diversas circunstancias terminan por llevar a la persona a una situación de derrota cuando no sabe, no puede, o no quiere enfrentar el conflicto desde sus inicios. 

Todo esto y más marca la pauta de nuestra sociedad. La humanidad vive en un tiempo y una época que está lleno de muchos temores y fracasos.

Rescatemos los valores:

  • amor
  • respeto
  • generosidad
  • honor
  • responsabilidad
  • humildad
  • trabajo
  • laboriosidad
  • aprender
  • disciplina
  • superación 
  • honestidad
  • libertad
  • espiritualidad
  • cortesía 
  • amistad
  • empatía
  • fidelidad
  • tolerancia
  • obediencia
  • valentía
  • bondad    
  • equidad
  • paciencia
  • puntualidad
  • fortaleza
  • fe
  • autodominio
  • perseverancia
  • mansedumbre
  • altruismo
  • discernimiento
  • sobriedad
  • justicia
  • solidaridad
  • voluntad
  • magnanimidad
  • lealtad
  • compasión
  • verdad
  • comprensión
  • colaboración 


Sabiduría para el día de hoy

¡Qué grato es saber que contamos con un Padre amoroso que se preocupa por nosotros y nos da su protección! Cada día tenemos la oportunidad que nos da Dios, de ser “más que vencedores…” Ro. 8:37, y hasta que no nos atrevamos a confiar en esta promesa nunca podremos comprobar el poder de Dios, ni la veracidad de su Palabra (Sheets, Dutch. 2003)

Eso es lo único que nos ayuda a avanzar en medio de esa marañde vanidades, frustraciones y sinsabores que nos ofrece la vida alejada de Dios.